Una tarta de queso cremosa y deliciosa con un toque de caramelo irresistible
Si hay un postre que nunca pasa de moda, ese es la tarta de queso. Pero no cualquier tarta… hoy te traigo la Tarta de Queso de la Abuela, una receta casera con ese toque nostálgico y tradicional que todos amamos. Su textura cremosa, el dulzor justo y la capa de caramelo que se funde con cada bocado la convierten en una verdadera joya de la repostería familiar. Y lo mejor: ¡no necesitas horno!
Prepárate para descubrir cómo hacer esta deliciosa tarta de queso con caramelo que se convertirá en tu nueva favorita.
Por qué te encantará esta receta
Hay muchas razones por las que esta receta conquista paladares una y otra vez:
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Textura suave y cremosa: gracias a la mezcla perfecta de nata, queso crema y cuajada.
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Sabor equilibrado: no es demasiado dulce, lo que deja protagonismo al toque de caramelo irresistible.
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Fácil y rápida de preparar: sin complicaciones, sin horno y con ingredientes que seguro tienes en casa.
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Ideal para cualquier ocasión: ya sea para un cumpleaños, reunión familiar o simplemente un antojo, siempre es bienvenida.
Y lo más especial: tiene ese sabor a casa, ese toque tradicional que nos recuerda a las recetas de nuestras abuelas, preparadas con mimo y cariño.
Ingredientes
Aquí tienes todo lo que necesitas para preparar esta deliciosa Tarta de Queso de la Abuela:
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130 g de azúcar
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200 g de leche
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2 sobres de cuajada en polvo
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500 g de nata para montar (35% de grasa)
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250 g de queso crema (tipo Philadelphia)
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70-80 g de caramelo líquido
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8-10 galletas María (opcional, para la base)
Consejo: Usa ingredientes de buena calidad para obtener el mejor resultado. La nata con alto contenido graso y un queso crema suave harán una gran diferencia.
Instrucciones
1. Preparar la mezcla de queso
En un cazo grande, vierte la nata, el queso crema, el azúcar y la leche. Cocina a fuego medio, removiendo con una cuchara de madera o una varilla de mano. Es importante mantener la mezcla en movimiento constante para evitar que se pegue y para lograr una textura homogénea.
2. Añadir la cuajada
Cuando la mezcla esté bien caliente pero sin hervir, añade los sobres de cuajada en polvo poco a poco, sin dejar de remover. Asegúrate de que se disuelva por completo. Puedes ayudarte con un batidor manual si notas algún grumo.
3. Espesar la mezcla
Sigue removiendo hasta que la mezcla comience a espesar. Una vez que hierva suavemente, cocina un par de minutos más a fuego bajo para que tome la consistencia ideal. No la dejes hervir fuertemente para evitar que se corte.
4. Preparar el molde
Toma un molde (preferiblemente desmontable) y cubre la base con el caramelo líquido. Puedes ayudarte con una cuchara o mover el molde para distribuirlo bien. Esta capa aportará un sabor dulce espectacular y un acabado brillante.
5. Verter la mezcla
Vierte con cuidado la mezcla de queso caliente sobre el caramelo en el molde. Si te gusta una base crujiente, coloca las galletas María encima de la mezcla (que al desmoldar quedarán como base) y presiónalas ligeramente para que se adhieran bien.
6. Enfriar y refrigerar
Deja que la tarta se enfríe a temperatura ambiente. Luego, refrigérala durante al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla toda la noche para que adquiera su textura perfecta.
7. Desmoldar y servir
Una vez bien fría, desmóldala volteándola sobre un plato, de manera que el caramelo quede en la parte superior. ¡Y lista! Una tarta brillante, suave y deliciosa que no necesita nada más para enamorar.
Consejos para servir y almacenar
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Servir: Puedes decorarla con nata montada, frutas rojas o unas hojas de menta para darle un toque más elegante, aunque por sí sola es deliciosa.
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Acompañar: Va genial con una taza de café o una infusión suave.
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Conservar: Guarda la tarta en la nevera, bien tapada con papel film o en un recipiente hermético. Se mantiene perfecta durante 3-4 días.
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No apta para congelar: Debido a la cuajada, la textura puede cambiar al descongelarse, por lo que no se recomienda congelarla.
Notas útiles
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Si no encuentras cuajada en polvo, puedes sustituirla por gelatina neutra, aunque el sabor será algo distinto.
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Puedes ajustar la cantidad de caramelo según tu gusto. Si prefieres un postre menos dulce, reduce un poco.
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¿Sin galletas María? Usa cualquier otra galleta simple o incluso una base de bizcocho casero si te apetece experimentar.
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Para un sabor más intenso, prueba a añadir una pizca de vainilla líquida o una ralladura de limón a la mezcla.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar nata de cocinar en vez de nata para montar?
Sí, aunque lo ideal es usar nata con al menos un 35% de grasa para asegurar la cremosidad.
¿Qué hago si se me forman grumos?
Utiliza un colador fino para pasar la mezcla antes de verterla al molde. Así aseguras una textura lisa.
¿Se puede hacer sin caramelo?
Claro, pero perderás ese toque dulce y brillante tan característico. Si lo prefieres, puedes sustituirlo por mermelada de frutas.
¿Puedo hacerla con leche vegetal?
Sí, pero asegúrate de que sea una leche con cuerpo (como leche de almendras sin azúcar) y ten en cuenta que el sabor puede variar.
¿Cuántas porciones salen con esta receta?
Dependiendo del tamaño de tu molde, puedes obtener entre 8 y 10 porciones generosas.
Conclusión
La Tarta de Queso de la Abuela es mucho más que un postre: es una receta que transmite tradición, sabor y cariño. Es ideal para compartir en familia, para sorprender a tus invitados o simplemente para darte un capricho dulce sin complicaciones.
Con ingredientes sencillos y un proceso claro, lograrás una tarta de aspecto profesional y sabor inolvidable. Además, el toque de caramelo le da un giro especial que marca la diferencia frente a otras tartas de queso.
¿Te animas a prepararla? Hazla una vez y verás cómo se convierte en un clásico en tu hogar. ¡Tu familia te lo agradecerá!
No olvides guardar esta receta y compartirla con quienes aman los postres caseros. Si te gustó, cuéntanos cómo te quedó o si hiciste alguna variante. ¡Nos encanta ver cómo las recetas se adaptan a cada cocina!