Hay recetas que no solo se comen… se sienten. El pastel de maíz cremoso es una de esas delicias que nos hacen cerrar los ojos al primer bocado, evocando recuerdos de casa, de tardes tranquilas y cocinas llenas de aromas dulces.
Este pastel es suave, dulce, húmedo por dentro y con una textura tan cremosa que no necesita cobertura ni acompañamiento. Se prepara con ingredientes sencillos y está listo en menos de una hora. Una receta ideal para principiantes y perfecta para cualquier momento del día.
Por qué te encantará esta receta
Este pastel de maíz tiene todo para convertirse en uno de tus favoritos. Aquí te contamos por qué:
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Textura única: Su interior es tan cremoso que se derrite en la boca.
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Fácil y rápido de preparar: Solo necesitas una licuadora y un molde.
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Ingredientes accesibles: Todo lo que lleva es económico y fácil de conseguir.
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Versatilidad: Puedes servirlo como desayuno, merienda o postre.
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Sabor irresistible: El equilibrio entre el dulzor del maíz y la leche condensada es simplemente perfecto.
Además, es una excelente opción para sorprender a tus invitados con algo diferente y reconfortante.
Ingredientes
Los ingredientes de este pastel son básicos, económicos y rinden bastante. A continuación, la lista exacta:
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1 lata de maíz dulce, escurrido
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1 lata de leche condensada
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1 lata de leche común (usa la misma lata como medida)
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1/2 lata de aceite
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3 huevos
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3 cucharadas de harina de maíz (fubá)
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1 cucharada de harina de trigo
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1 cucharada de levadura en polvo (polvo para hornear)
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1 pizca de sal
💡 Tip: Puedes usar el maíz enlatado que ya viene cocido. Solo asegúrate de escurrirlo bien para no añadir líquido extra.
Instrucciones
Sigue estos pasos sencillos y tu pastel de maíz cremoso saldrá perfecto a la primera:
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Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
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Engrasa y enharina un molde de tu preferencia. Puedes usar uno redondo, rectangular o tipo rosca.
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En la licuadora, coloca el maíz escurrido, la leche condensada, la leche, el aceite, los huevos, la harina de maíz, la harina de trigo y la pizca de sal.
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Licúa todo muy bien hasta obtener una mezcla completamente homogénea y sin grumos.
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Añade la levadura en polvo y licúa solo unos segundos más, lo justo para integrarla sin batir en exceso.
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Vierte la mezcla en el molde previamente engrasado y alisa la superficie.
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Lleva al horno precalentado durante 30 a 40 minutos, o hasta que esté ligeramente dorado en la parte superior y al insertar un palillo, éste salga limpio.
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Retira del horno y deja enfriar un poco antes de desmoldar.
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Sirve tibio o frío, en porciones generosas.
✨ Consejo extra: Si deseas, puedes espolvorear coco rallado por encima de la mezcla antes de hornear para darle un toque más especial y una textura crocante.
Consejos para servir y almacenar
Este pastel es tan práctico como delicioso. Aquí tienes algunos consejos para conservarlo y disfrutarlo mejor:
Cómo servirlo:
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A temperatura ambiente o ligeramente tibio.
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Acompañado con café negro, té o un vaso de leche.
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Como postre frío, incluso puedes refrigerarlo y servirlo bien fresco en días calurosos.
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Con una cucharadita de mermelada de frutas encima para contrastar su dulzura.
Cómo conservarlo:
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A temperatura ambiente: Dura hasta 2 días bien cubierto.
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En el refrigerador: Se mantiene fresco por 4 a 5 días.
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En el congelador: Puedes cortarlo en porciones y congelarlo hasta por 2 meses. Descongela a temperatura ambiente o caliéntalo en microondas.
Notas útiles
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La harina de maíz (fubá) es la que le da esa textura especial, ligeramente granulada pero suave. No la sustituyas por harina de maíz precocida tipo “arepa”.
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La harina de trigo ayuda a dar estructura, pero si quieres una versión sin gluten, puedes usar almidón de maíz (maicena) en su lugar.
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No es necesario batir mucho después de añadir la levadura, para no afectar su efecto de esponjado.
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Si te gusta más dulce, puedes agregar 2 cucharadas de azúcar extra, aunque con la leche condensada suele ser suficiente.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar maíz fresco en lugar de enlatado?
¡Sí! Solo hiérvelo previamente y usa la misma cantidad (aproximadamente 1 taza y media de granos cocidos).
¿Qué tipo de molde es mejor?
Cualquiera sirve: redondo, cuadrado o con hueco en el centro. Solo asegúrate de engrasarlo y enharinarlo bien.
¿Puedo reemplazar la harina de maíz?
Para este pastel, la harina de maíz (fubá) es clave para su textura. Si usas otro tipo de harina, el resultado será diferente.
¿Es necesario añadir cobertura?
No. Este pastel es tan cremoso por dentro que se disfruta tal como sale del horno. Pero puedes decorarlo con coco rallado, azúcar glas o una pizca de canela si lo deseas.
¿Se puede hacer sin leche condensada?
Puedes sustituirla por leche evaporada y azúcar, pero cambiará el sabor y la textura. La leche condensada es parte fundamental del carácter cremoso de esta receta.
Conclusión
El pastel de maíz cremoso es una de esas recetas que nos recuerdan que lo simple puede ser extraordinario. Con pocos ingredientes y pasos sencillos, lograrás un pastel que es suave, dulce, tierno y lleno de sabor a hogar.
Perfecto para servir con una buena taza de café, para llevar a una reunión familiar o simplemente para darte un gusto en cualquier momento del día. Una receta que no necesita complicaciones, solo buenos ingredientes y ganas de disfrutar.
Anímate a prepararlo y déjate sorprender por su cremosidad. ¡Seguro que repetirás más de una vez!