¿Estás buscando una opción de pan saludable, sin harinas refinadas y que además sea fácil de preparar? ¡Estás en el lugar correcto! Este pan de avena y chía sin harina es perfecto para quienes desean cuidar su alimentación sin renunciar al placer de comer un pan delicioso, suave por dentro y ligeramente crujiente por fuera.
Ideal para desayunos, meriendas o incluso como acompañamiento de tus comidas, este pan es rico en fibra, proteína vegetal y grasas saludables. Y lo mejor de todo: ¡no necesitas harina, ni amasado, ni batidora!
Por qué te encantará esta receta
Hay muchas razones para enamorarse de este pan saludable, y aquí te compartimos algunas:
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Sin harina refinada: Está hecho 100% con avena molida, lo que lo convierte en una excelente fuente de fibra.
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Sin gluten (si usas avena certificada): Perfecto para personas con intolerancia o sensibilidad al gluten.
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Rico en omega 3: Gracias a las semillas de chía, este pan aporta grasas buenas para el corazón.
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Versátil y personalizable: Puedes añadir frutos secos, semillas o incluso especias como canela para darle tu toque personal.
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Fácil y rápido: Con ingredientes básicos y pocos pasos, tendrás un pan casero listo en menos de una hora.
Ingredientes
Para un pan mediano (molde de 20 cm aprox.), necesitarás:
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2 tazas de avena en hojuelas (200 g)
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2 cucharadas de semillas de chía (20 g)
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½ taza de leche (puede ser vegetal: almendra, soya, coco) (120 ml)
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2 huevos
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¼ taza de aceite de coco o aceite de oliva (60 ml)
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1 cucharadita de polvo para hornear (5 g)
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1 pizca de sal
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1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
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1-2 cucharadas de miel, stevia o endulzante al gusto (opcional)
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Frutos secos o semillas para decorar (opcional)
Instrucciones paso a paso
1. Precalienta el horno
Antes de comenzar, precalienta tu horno a 180°C (350°F). Así te aseguras de que esté listo al momento de hornear el pan.
2. Prepara la avena y mezcla seca
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Coloca las hojuelas de avena en una licuadora o procesador de alimentos. Tritura hasta obtener una textura fina, como si fuera harina de avena.
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En un recipiente grande, mezcla la avena molida con las semillas de chía, el polvo para hornear y la pizca de sal.
Este paso es importante porque la avena y la chía se encargarán de darle estructura al pan sin necesidad de harina convencional.
3. Mezcla los ingredientes líquidos
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En otro recipiente, bate ligeramente los huevos.
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Agrega la leche, el aceite, la esencia de vainilla y el endulzante si decidiste usarlo. Mezcla bien hasta integrar.
Este paso ayuda a que el pan quede húmedo y suave, sin ser pesado.
4. Une las mezclas
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Vierte la mezcla líquida sobre los ingredientes secos.
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Mezcla todo con una cuchara o espátula hasta formar una masa uniforme. Deja reposar unos minutos para que la chía empiece a absorber líquido.
5. Prepara el molde
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Engrasa un molde para pan con un poco de aceite o coloca papel encerado.
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Vierte la mezcla en el molde y alisa la superficie.
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Si lo deseas, espolvorea por encima frutos secos picados, semillas de calabaza, girasol o más chía para darle una textura extra.
6. Horneado
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Lleva el pan al horno durante 30-35 minutos.
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Para saber si está listo, inserta un palillo en el centro: debe salir limpio.
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Retíralo del horno y déjalo enfriar dentro del molde unos 10 minutos antes de desmoldar.
¡Y listo! Ya tienes un pan saludable, sin harina, ideal para cualquier momento del día.
Consejos para servir y almacenar
Cómo servir este pan
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Puedes servirlo tostado con aguacate, tomate y un toque de sal.
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Acompañado de mermelada casera, miel o mantequilla de maní para un desayuno o merienda saludable.
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También queda delicioso con queso fresco o un poco de yogurt griego encima.
Cómo conservarlo
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A temperatura ambiente: Guarda el pan en un recipiente hermético o envuelto en un paño limpio. Se conserva bien por 2-3 días.
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En refrigeración: Si prefieres, puedes refrigerarlo y calentarlo en un sartén o tostadora cuando lo vayas a consumir.
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Congelar: Este pan se puede congelar rebanado. Así puedes ir sacando porciones según lo necesites. Solo caliéntalo directamente en tostadora o sartén sin necesidad de descongelar.
Notas útiles
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Si prefieres un pan más dulce, puedes aumentar la cantidad de miel o agregar dátiles triturados.
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Para una versión salada, puedes omitir la vainilla y el endulzante, y añadir hierbas secas como orégano, tomillo o albahaca.
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La textura es densa pero suave. No esperes la esponjosidad de un pan con harina, pero sí una miga firme y muy sabrosa.
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Si tu horno es muy fuerte, puedes cubrir el pan con papel aluminio en los últimos 10 minutos para que no se dore demasiado por fuera.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar avena instantánea en lugar de hojuelas?
Sí, aunque la avena tradicional aporta más fibra. Solo asegúrate de molerla bien.
¿Qué pasa si no tengo semillas de chía?
Puedes usar semillas de lino (linaza) molidas como alternativa. También ayudan a espesar y agregar fibra.
¿Puedo hacerlo sin huevos?
Sí, puedes sustituir los 2 huevos por 2 “huevos de chía” o “huevos de linaza” (1 cucharada de chía o linaza molida + 3 cucharadas de agua por cada huevo). La textura será un poco más húmeda pero igualmente rica.
¿Qué tipo de leche vegetal es mejor?
La leche de almendras o coco sin azúcar funciona muy bien, pero puedes usar la que prefieras o tengas a mano.
¿El pan sube mucho?
No es un pan que leve como uno de levadura, pero el polvo para hornear le da una ligera esponjosidad. Si deseas más volumen, puedes añadir un poco más de polvo para hornear (hasta 1.5 cucharaditas).
Conclusión
Este pan de avena y chía sin harina es mucho más que una receta saludable. Es una forma deliciosa de cuidar tu cuerpo, aprovechar ingredientes naturales y disfrutar de un pan casero hecho con tus propias manos.
Es perfecto para personas que buscan una alternativa sin gluten, para quienes siguen dietas bajas en carbohidratos, o simplemente para quienes desean añadir más fibra y nutrientes a su dieta diaria. Además, es tan fácil que puedes hacerlo cada semana.
¡Anímate a probarlo, personalízalo a tu gusto y compártelo con tu familia! Porque comer saludable también puede ser sabroso, sencillo y satisfactorio.