Jericallas Típicas de Guadalajara, Jalisco

Las jericallas son uno de los postres más tradicionales y queridos de Guadalajara, Jalisco, y si alguna vez has tenido el placer de probarlas, sabes que es amor a la primera cucharada. Su textura cremosa, su aroma a canela y vainilla, y ese toque doradito por encima las hacen irresistibles. Hoy te enseñamos a prepararlas en casa con una receta auténtica, sencilla y deliciosa.


Por qué te encantará esta receta

Si nunca has hecho jericallas en casa, esta es tu oportunidad. Esta receta no solo es fácil de seguir, sino que también requiere pocos ingredientes que probablemente ya tengas en tu cocina. Lo mejor es que no necesitas herramientas sofisticadas ni experiencia previa.

Las jericallas son ideales para servir como postre después de la comida, para acompañar un café en la tarde o incluso como detalle especial cuando tienes invitados. Su sabor suave y reconfortante conquista paladares de todas las edades.

Además, al prepararlas tú misma, puedes estar segura de que estás ofreciendo un postre casero, sin conservadores y con el sabor tradicional que tanto distingue a la cocina tapatía.





Ingredientes

Para preparar unas 6 a 8 jericallas, necesitas lo siguiente:

  • 1 litro de leche entera

  • 1 taza de azúcar

  • 1 raja de canela

  • 1 cucharada de extracto de vainilla

  • 5 huevos

Tip: Usa leche entera para lograr una textura más cremosa, y si prefieres una versión menos dulce, puedes reducir un poco el azúcar sin afectar la receta.





Instrucciones

Paso 1: Hervir la leche

En una olla grande, coloca el litro de leche, la taza de azúcar, la raja de canela y la cucharada de vainilla. Lleva a fuego medio hasta que comience a hervir. Revuelve constantemente para evitar que la leche se derrame o se queme en el fondo.

Una vez que haya hervido, retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente. Es importante que la leche no esté caliente al mezclarla con los huevos para evitar que se cocinen antes de tiempo.

Paso 2: Batir los huevos

Mientras la leche se enfría, en un tazón aparte bate los 5 huevos con un tenedor o batidor de globo. No es necesario que queden muy espumosos, solo bien integrados.

Paso 3: Incorporar la leche

Cuando la leche esté tibia o a temperatura ambiente, retira la raja de canela y viértela poco a poco sobre los huevos batidos, mezclando suavemente hasta que todo esté completamente incorporado.

Paso 4: Preparar el baño maría

Precalienta tu horno a 200°C. Si tu horno es eléctrico (como en esta receta), esta temperatura es ideal para que las jericallas se cocinen bien sin resecarse.

Vierte la mezcla en moldes individuales resistentes al calor (pueden ser de cerámica, vidrio o aluminio). Coloca los moldes en una bandeja profunda o refractario y llena esa bandeja con agua caliente hasta cubrir la mitad de los moldes, creando así un baño maría.

Paso 5: Hornear

Lleva al horno y hornea durante 50 minutos. Verás que la superficie empieza a dorarse ligeramente, lo cual es perfecto y característico de una buena jericalla. Si te gusta que queden con una costra más doradita, puedes dejarlas 5 minutos extra vigilando para que no se quemen.

Paso 6: Enfriar

Retira con cuidado los moldes del baño maría y deja que las jericallas se enfríen completamente. Luego puedes refrigerarlas por al menos una hora para servirlas bien fresquitas.





Consejos para servir y almacenar

  • Sirve las jericallas frías, directamente del refrigerador. El contraste entre la capa superior ligeramente dorada y el centro cremoso es simplemente delicioso.

  • Puedes decorarlas con un poco de canela molida, un toque de miel de piloncillo o acompañarlas con frutas frescas como fresas o moras.

  • Si te sobran (¡aunque lo dudamos!), guárdalas en el refrigerador hasta por 4 días en un recipiente cerrado.

Nunca las congeles, ya que su textura se arruinaría al descongelarlas.


Notas útiles

  • Puedes hacer esta receta con leche deslactosada si eres intolerante, pero ten en cuenta que el sabor y la textura podrían cambiar ligeramente.

  • ¿Quieres una versión más ligera? Usa 4 huevos en vez de 5 y leche baja en grasa. No será tan cremosa, pero seguirá siendo deliciosa.

  • La jericalla tradicional no lleva ralladura de limón ni naranja, pero si te gusta experimentar, puedes añadir un poquito para darle un giro personal.


Preguntas frecuentes

¿Es lo mismo una jericalla que un flan?
No exactamente. Aunque comparten ingredientes parecidos, la jericalla tiene una textura más rústica, no lleva caramelo en el fondo y se hornea con una superficie dorada, a diferencia del flan que se desmolda.

¿Puedo hacerlas sin horno?
Sí, puedes cocinarlas en la estufa usando un baño maría en una vaporera o tamalera. Tapa los moldes con papel aluminio y cocina durante unos 50-60 minutos a fuego bajo.

¿Qué tipo de moldes debo usar?
Cualquier molde resistente al calor sirve. Los ramequines de cerámica o los de vidrio individuales son ideales. También puedes usar moldes de aluminio desechables.

¿Puedo usar leche vegetal?
Aunque puedes experimentar con leches como almendra o avena, la textura y sabor cambiarán mucho. La receta original se basa en leche de vaca por su grasa natural.





Conclusión

Las jericallas típicas de Guadalajara son mucho más que un postre: son un pedacito de tradición mexicana que puedes llevar a tu mesa con ingredientes simples y un proceso casero lleno de sabor y cariño. Su textura entre flan y natilla, su aroma a canela y vainilla, y ese toque dorado que se logra al hornearlas son pura magia para el paladar.

No necesitas ser experta en la cocina para lograr unas jericallas perfectas. Con esta receta clara y detallada, podrás preparar este delicioso postre y compartirlo con tu familia o sorprender a tus amigos.

Anímate a probarlas y descubre por qué generaciones enteras en Jalisco las han convertido en uno de los postres más queridos de México.

¿Ya te dieron ganas de prepararlas? ¡Entonces manos a la obra y que viva la tradición!

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