Si estás buscando una receta económica, fácil de hacer y con un resultado delicioso, estas galletas con 3 ingredientes son todo lo que necesitas. Con solo un kilo de harina, media de manteca vegetal y una lata de leche condensada, puedes preparar hasta 128 galletas usando una cucharita medidora de 7.5 ml. ¡Una receta rendidora que no falla y que puedes adaptar a tu gusto!
Además, no necesitas batidora ni moldes especiales. Solo tus manos, un bol grande, y muchas ganas de disfrutar del proceso. Perfectas para vender, compartir o consentir a tu familia.
¿Por qué te encantarán estas galletas?
Estas galletas son ideales para quienes quieren algo rápido, sencillo y delicioso. Aquí te contamos por qué esta receta se ha vuelto una favorita entre muchas personas:
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Solo tres ingredientes básicos y fáciles de conseguir.
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Sin huevo, lo que las hace más económicas y aptas para personas alérgicas.
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No necesitas batidora ni utensilios complicados.
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Puedes decorarlas antes o después del horneado según tu gusto.
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Son muy rendidoras, perfectas para ventas o reuniones familiares.
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Admite muchas variaciones creativas (canela, mermelada, azúcar, colores, etc.).
Ingredientes
Para aproximadamente 120 a 130 galletas pequeñas (dependiendo del tamaño):
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1 kilo de harina de trigo, previamente tamizada
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1/2 kilo de manteca vegetal
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375 gramos de leche condensada (una lata)
Opcionales para decorar:
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Esencia de vainilla (al gusto)
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Sprinkles de colores
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Azúcar con canela
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Mermelada horneable
Instrucciones paso a paso
1. Preparar la masa
En un bol grande, coloca la harina tamizada y añade la manteca vegetal. Comienza a mezclar con las manos limpias hasta que ambos ingredientes estén completamente integrados. Al principio la mezcla será arenosa, pero poco a poco se formará una masa suave.
Agrega la leche condensada y, si deseas, unas gotitas de esencia de vainilla para dar un toque aromático. Amasa hasta que la masa esté homogénea, firme y sin grumos. No es necesario sobremezclar, solo lo suficiente para que los ingredientes estén bien integrados.
Consejo: Si la masa está muy blanda, puedes refrigerarla 15 minutos para facilitar el formado de las galletas.
2. Formar las galletas
Con ayuda de una cuchara medidora de 7.5 ml (aproximadamente una cucharadita colmada), toma porciones iguales de masa. Forma bolitas con las manos y colócalas directamente sobre una bandeja para hornear.
No es necesario engrasar la charola, ya que la manteca vegetal evita que se peguen. Deja una separación de al menos 1.5 cm entre cada bolita para que no se peguen durante la cocción.
Aquí puedes decidir cómo decorarlas:
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Antes del horneado: Puedes agregar sprinkles o chispas de colores en la parte superior.
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Huequitos para mermelada: Con el dedo o una cucharita, haz un hueco en el centro de cada bolita y añade un poco de mermelada horneable.
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Al natural: Déjalas lisas para decorarlas después.
3. Hornear
Precalienta el horno a 180 °C durante 10 minutos.
Introduce las bandejas en el horno y hornea durante 20 minutos, o hasta que las galletas estén ligeramente doradas por debajo. No deben dorarse por encima, ya que su textura ideal es suave por dentro y crujiente por fuera.
Una vez listas, retíralas del horno y déjalas enfriar completamente antes de manipularlas o decorarlas.
4. Decorar (opcional)
Una vez frías, puedes decorarlas de diferentes formas:
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Azúcar con canela: Mezcla azúcar y canela en un plato y revuelca las galletas.
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Baño de chocolate: Derrite chocolate y sumerge la mitad de cada galleta.
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Glaseado casero: Haz un glaseado con azúcar glas y unas gotas de leche o limón.
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Espolvoreadas con azúcar glas: Para un toque elegante y sencillo.
Consejos para el éxito
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Tamiza la harina antes de usarla para evitar grumos y lograr una masa más suave.
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No sobre mezcles una vez que agregues la leche condensada, para que las galletas no pierdan su textura.
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No uses margarina o mantequilla en lugar de manteca vegetal si quieres conservar la textura original. El sabor será distinto y la masa cambiará.
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Deja que se enfríen bien antes de moverlas, especialmente si son muy pequeñas.
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Si no tienes cucharita medidora, puedes usar una cucharadita común y ajustar el tamaño al gusto.
Variaciones deliciosas
¿Quieres experimentar? Aquí te dejamos ideas para transformar esta receta básica en muchas más:
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Con coco rallado: Añade un poco a la masa o espolvorea por encima antes del horneado.
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Con chocolate: Mezcla chispas de chocolate en la masa o añade cacao en polvo (reduce un poco la harina).
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Con frutos secos: Agrega nueces picadas, almendras o pistachos a la mezcla.
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Con esencia de almendra o naranja: Da un toque distinto y especial.
Almacenamiento
Estas galletas se conservan muy bien si las guardas adecuadamente:
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Guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Duración: hasta 7 días.
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Si quieres almacenarlas por más tiempo, puedes congelarlas ya horneadas hasta por 2 meses. Solo asegúrate de separarlas con papel encerado.
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También puedes congelar la masa cruda en bolitas y hornearlas directamente (agrega 2 minutos más de cocción).
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar mantequilla en lugar de manteca vegetal?
Sí, pero el sabor y la textura cambian. Con manteca quedan más firmes y secas, con mantequilla más suaves y con un sabor más lácteo.
¿Puedo reducir la cantidad de leche condensada?
No se recomienda, ya que también cumple una función de unir la masa. Si quieres reducir el dulzor, prueba con una marca menos azucarada.
¿Puedo hacerlas sin horno?
Esta receta requiere cocción al horno. Pero si buscas galletas sin horno, podemos ayudarte con otra receta.
¿Se pueden vender estas galletas?
¡Sí! Son ideales para venta por su bajo costo, buen rendimiento y duración. Puedes empaquetarlas en bolsitas decoradas y etiquetadas.
Conclusión
Estas galletas con 3 ingredientes son la combinación perfecta entre simplicidad, economía y sabor. Sin complicaciones, sin ingredientes raros y con infinitas posibilidades para personalizarlas. Si estás comenzando en la repostería, quieres preparar algo con tus hijos, o buscas opciones para vender, esta receta es una excelente elección.
Anímate a prepararlas y déjate sorprender por lo fáciles y ricas que son. ¡Y si te animas a decorarlas, cuéntanos cuál fue tu toque personal favorito!