Delicioso curtido de repollo con limón (¡sin vinagre!): perfecto para acompañar tus pupusas 🫓

¿Te encanta el curtido de repollo, pero no soportas el sabor del vinagre? ¡Entonces esta receta es para ti! Hoy te presento un curtido casero con limón, hecho a mi estilo, ideal para acompañar pupusas, yuca frita o cualquier platillo que te guste. Esta versión tiene un toque fresco, ligeramente picante y súper sabroso, sin necesidad de vinagre.

Prepárate para enamorarte de esta receta sencilla, llena de sabor y con ingredientes que probablemente ya tienes en casa. ¡Vamos a cocinar!


Por qué te encantará esta receta

Este curtido de repollo con limón no es solo una alternativa al clásico curtido con vinagre, es una verdadera explosión de sabor que transforma cualquier comida en una experiencia deliciosa. Aquí te cuento por qué te va a encantar:

  • Sin vinagre: ideal si buscas un sabor más suave y cítrico.

  • Fácil y rápido de preparar: en menos de 30 minutos lo tienes listo.

  • Fresco y natural: el jugo de limón aporta un toque refrescante que realza el sabor de los vegetales.

  • Perfecto para acompañar: combina excelente con pupusas, yuca frita o sancochada, tacos, carnes asadas y más.

  • Hecho a mi estilo: con ingredientes simples, sin complicaciones y mucho amor.

Este curtido no pretende ser la receta tradicional salvadoreña, sino una versión personal, adaptada a mi gusto, pensada especialmente para quienes buscan una opción diferente. ¡Te aseguro que te va a sorprender!





Ingredientes

Para preparar este delicioso curtido vas a necesitar:

  • 1 repollo pequeño (finamente rallado)

  • 1 cebolla (en julianas)

  • 1 jalapeño (en rodajas finas)

  • 5 chiles de árbol secos

  • 2 zanahorias (una rallada y otra en rodajas)

  • 1 taza de jugo de limón fresco

  • 1 taza de agua fría

  • 1 cucharada de orégano seco

  • Sal al gusto

Tip: Usa limón recién exprimido para un sabor más intenso y natural. Si prefieres menos acidez, puedes ajustar la cantidad de limón a tu gusto.





Instrucciones

Sigue estos pasos para preparar tu curtido con limón:

  1. Prepara el repollo:
    Ralla finamente el repollo y colócalo en un recipiente grande. Añade agua caliente (sin hervir) para suavizarlo. Deja reposar por 2 minutos.

  2. Detén la cocción:
    Escurre el agua caliente de inmediato y añade agua fría para cortar la cocción. Esto ayuda a mantener el color y textura del repollo.

  3. Agrega las zanahorias:
    Ralla una de las zanahorias y corta la otra en rodajas finas. Añádelas al bol con el repollo.

  4. Corta los demás ingredientes:
    Corta la cebolla en julianas delgadas y el jalapeño en rodajas. Incorpóralos al bol.

  5. Incorpora el chile de árbol:
    Si te gusta el picante, agrega los chiles de árbol enteros o troceados. Si prefieres un sabor más suave, puedes usar solo uno o dos.

  6. Condimenta y mezcla:
    Agrega el orégano seco, el jugo de limón, la taza de agua y sal al gusto. Mezcla muy bien con las manos limpias o con una cuchara grande, asegurándote de que todos los ingredientes se integren.

  7. Reposa en el refrigerador:
    Pasa el curtido a un frasco o recipiente de vidrio con tapa. Refrigéralo al menos por 2 horas antes de servir, aunque sabe mejor después de unas 12 horas de reposo.





Consejos para servir y almacenar

Cómo disfrutarlo

Este curtido es súper versátil. Aquí algunas ideas para acompañarlo:

  • Con pupusas caseras (¡la combinación ideal!)

  • Sobre yuca frita o hervida

  • En tacos, quesadillas o tortas

  • Como ensalada rápida para carnes asadas o pollo

  • Con arroz blanco y frijoles negros como acompañamiento refrescante

Cómo conservarlo

  • Guarda el curtido en un frasco de vidrio hermético en el refrigerador.

  • Dura en buen estado de 5 a 7 días, aunque suele consumirse antes por lo delicioso que queda.

  • Si notas que se ha fermentado demasiado o el olor ha cambiado, es mejor desecharlo.

Consejo: Cada día que pasa, los sabores se intensifican. Al segundo día estará aún más sabroso.


Notas útiles

  • Puedes ajustar la cantidad de limón según tu gusto. Si lo prefieres más suave, usa solo ¾ de taza y completa con más agua.

  • El jalapeño y los chiles de árbol son opcionales. Si no te gusta el picante, simplemente omítelos.

  • Si no tienes chiles de árbol, puedes usar chile guajillo o chile seco que tengas en casa.

  • El orégano le da un toque muy especial. Usa orégano seco de buena calidad, y si puedes, frótalo con las manos antes de agregarlo para que suelte más aroma.

  • Usa siempre utensilios y frascos limpios para evitar contaminación y conservar mejor el curtido.





Preguntas frecuentes

¿Puedo usar otro tipo de col que no sea repollo?

Sí, puedes usar col morada o una mezcla de ambas para un curtido más colorido. Solo considera que el sabor será ligeramente diferente.

¿Cuánto tiempo debe reposar antes de consumir?

Idealmente 12 horas en el refrigerador, pero si tienes prisa, con 2 o 3 horas ya se siente sabroso. Entre más tiempo repose, más intenso será el sabor.

¿Es obligatorio usar jugo de limón fresco?

Lo más recomendable es usar limón natural recién exprimido para obtener ese sabor cítrico fresco. Evita el jugo de limón embotellado, ya que puede tener conservantes que alteran el sabor.

¿Se puede preparar sin picante?

¡Por supuesto! Simplemente omite el jalapeño y los chiles de árbol. Seguirá siendo delicioso, fresco y perfecto para quienes prefieren sabores más suaves.


Conclusión

Este curtido de repollo con limón, preparado sin vinagre, es una receta que nace del gusto por lo fresco, lo sencillo y lo sabroso. Hecho a mi manera, es una versión ligera, picantita y con el toque justo de acidez natural. Es el complemento perfecto para unas pupusas calientitas, yuca crujiente o cualquier platillo que necesite un acompañamiento lleno de vida.

Lo mejor de todo es que puedes adaptarlo a tu gusto: más picante, menos ácido, más crujiente… ¡Tú decides! Lo importante es que lo disfrutes como más te guste.

Así que no lo pienses más, reúne los ingredientes, sigue estos pasos y prepárate para sorprender a tu familia con este curtido fresco y delicioso. Y recuerda, aunque no sea la versión tradicional, está hecho con cariño y mucho sabor.


¿Te animas a prepararlo? ¡Cuéntame cómo te queda y con qué lo acompañaste!

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