¿A quién no le gusta una buena pizza recién horneada? Crujiente por fuera, suave por dentro, con queso derretido y ese aroma irresistible que inunda la cocina… En este artículo te compartimos una receta casera de pizza que puedes preparar con ingredientes sencillos, sin complicaciones y con un resultado espectacular. ¡Prepárate para sorprender a tu familia con esta delicia!
Por qué te encantará esta receta
Esta receta de pizza es perfecta para principiantes y también para quienes aman cocinar en casa. Lo mejor es que no necesitas una máquina amasadora ni ingredientes sofisticados.
Aquí te damos varias razones para probarla:
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La masa es suave y esponjosa, con un toque dorado por fuera.
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Puedes personalizar el relleno a tu gusto, aunque te damos una combinación irresistible.
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Es ideal para compartir con amigos o para una noche de película en familia.
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¡Y lo más importante! La satisfacción de hacer tu propia pizza casera, desde la masa hasta el último jalapeño.
Ingredientes
Para la masa:
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2 tazas de harina de trigo todo uso (aproximadamente 225 g)
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1 cucharada sopera de levadura seca
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5 g de sal
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5 g de azúcar
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15 g de manteca vegetal (puedes sustituir por mantequilla)
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1 taza de agua tibia
Para el relleno:
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750 g de queso mozzarella rallado
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300 g de salami en rodajas
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1 lata pequeña de puré de tomate
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Chile morrón al gusto (puede ser rojo, verde o amarillo)
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Jalapeños al gusto (opcional para quienes aman el picante)
Instrucciones
1. Preparar la masa
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Activa la levadura: En un recipiente pequeño, mezcla la levadura seca con el azúcar y media taza de agua tibia. Deja reposar unos 10 minutos hasta que se forme una espuma. Eso indica que la levadura está activa.
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Mezcla los ingredientes secos: En un bowl grande, coloca la harina y la sal.
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Agrega la manteca vegetal, la mezcla de levadura y el resto del agua. Mezcla hasta formar una masa homogénea.
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Amasa durante 15 minutos. Puedes hacerlo a mano sobre una superficie enharinada o en un bowl grande. La masa debe quedar suave, elástica y no pegajosa.
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Deja reposar 15 minutos. Tapa con un paño limpio.
2. Preparar el molde y extender la masa
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Engrasa un molde de aproximadamente 40 x 40 cm con un poco de aceite vegetal.
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Extiende la masa en el molde con las manos o con un rodillo, hasta cubrirlo completamente.
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Pincha la superficie de la masa con un tenedor para evitar que se infle en el horno.
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Unta un poco de aceite por encima para hidratarla.
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Cubre con plástico y deja reposar unos 20 minutos más, o hasta que la masa suba y alcance el grosor deseado.
3. Armar la pizza
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Unta la base con el puré de tomate. Puedes sazonarlo con orégano o ajo en polvo si lo deseas.
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Distribuye el queso mozzarella de forma generosa.
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Agrega las rodajas de salami, el chile morrón en tiras y los jalapeños al gusto.
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¡Lista para el horno!
4. Hornear
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Precalienta el horno a 150 °C.
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Coloca la pizza en el centro del horno y hornea por 45 minutos, hasta que la masa esté cocida y el queso completamente derretido y burbujeante.
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Si lo deseas más dorado, puedes subir la temperatura a 180 °C los últimos 5 minutos.
Consejos para servir y almacenar
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Sirve caliente, recién salida del horno, acompañada con un toque de orégano seco o unas hojas de albahaca fresca.
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Puedes acompañarla con una ensalada fresca o con una bebida fría como jugo natural o limonada.
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Si sobra (¡aunque lo dudamos!), puedes guardar las porciones en un recipiente hermético en la nevera por hasta 3 días.
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Para recalentar, es mejor usar el horno o una sartén tapada a fuego bajo para que la masa se mantenga crujiente.
Notas útiles
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Si no tienes manteca vegetal, puedes usar aceite de oliva o mantequilla derretida.
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Para una masa más aireada, puedes dejarla fermentar durante 1 hora en lugar de 15 minutos.
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Puedes sustituir el salami por jamón, chorizo, champiñones, aceitunas o cualquier otro ingrediente que te guste.
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El puré de tomate también puede mezclarse con un poco de salsa de tomate casera o condimentarse con especias a tu gusto.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar harina integral?
Sí, pero te recomendamos usar mitad harina integral y mitad harina todo uso para mantener una textura suave.
¿Qué pasa si no tengo levadura seca?
Puedes usar levadura fresca en una proporción de 3 veces la cantidad de la seca, es decir, unos 30 g.
¿Se puede congelar la masa?
¡Por supuesto! Después del primer reposo, forma una bola, cúbrela bien y congélala. Cuando quieras usarla, descongélala en la nevera y déjala reposar antes de extenderla.
¿Es necesario pinchar la masa?
Sí, pinchar la masa evita que se infle demasiado en el horno, permitiendo una cocción más uniforme.
¿Por qué se usa manteca vegetal?
La manteca vegetal ayuda a lograr una masa suave y le da una textura más ligera, pero puedes reemplazarla si lo deseas.
Conclusión
Hacer pizza casera no solo es divertido, sino que también es una excelente manera de consentir a tu familia con algo hecho por ti. Esta receta es perfecta para cualquier ocasión: un almuerzo de domingo, una merienda especial o simplemente para darte un gusto sin salir de casa.
Lo mejor es que puedes adaptarla a tus gustos, jugar con los ingredientes del relleno y disfrutar del proceso creativo. ¡No hay nada como el aroma de una pizza saliendo del horno y el primer bocado lleno de queso derretido!
Anímate a preparar esta receta, compártela con tus seres queridos y haz de tu cocina el mejor restaurante del mundo.
¡Saludos amiguitos, y que Dios les bendiga en cada preparación!