Las galletas caseras tienen algo especial: ese olor a hogar, esa textura que derrite el corazón, y en esta receta te traigo una opción saludable, deliciosa y perfecta para compartir o vender. Estas galletas de avena con miel y canela no solo son fáciles de preparar, sino que conquistan con su aroma envolvente, su dulzura natural y su textura suave con bordes crujientes.
Además, están endulzadas sin azúcar refinada, lo que las hace ideales para quienes buscan opciones más nutritivas, pero sin renunciar al placer de un buen bocado dulce.
🌟 Por qué te encantará esta receta
Hay muchas razones por las que estas galletas se convertirán en un clásico en tu cocina:
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No llevan azúcar refinada: endulzadas con miel (o si prefieres, jarabe de agave o maple), para un dulzor natural y más saludable.
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Aromáticas y reconfortantes: la canela y la vainilla combinadas con la avena dan ese aroma irresistible que inunda toda la casa.
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Textura ideal: suaves por dentro y ligeramente crujientes en los bordes, como toda buena galleta casera.
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Fáciles de preparar y económicas: con ingredientes simples y en solo unos minutos de horno, tendrás una bandeja llena de sabor.
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Perfectas para vender o regalar: se conservan bien, lucen bonitas y gustan a todos. ¡Un éxito asegurado!
🧾 Ingredientes (rinde 28–30 galletas pequeñas)
Usa ingredientes de buena calidad para obtener el mejor resultado. Esta receta es muy versátil y puedes hacerla aún más especial con tus toques personales.
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80 g de mantequilla derretida 🧈
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3 cucharadas de miel (puedes sustituir por maple o agave) 🍯
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1 huevo 🥚
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1 pizca de sal
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1 cucharadita de canela en polvo
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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200 g de harina de avena 🌾
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1 cucharadita de polvo para hornear
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100 g de copos de avena
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Opcional: 50 g de pasas o manzana deshidratada en trozos pequeños 🍎
👩🍳 Instrucciones paso a paso
Sigue estos pasos al pie de la letra para obtener unas galletas irresistibles. ¡No necesitas batidora!
1️⃣ Mezcla los ingredientes húmedos
En un bol grande, coloca la mantequilla derretida, la miel, la pizca de sal y el huevo. Bate con un tenedor o batidor de mano hasta integrar por completo.
2️⃣ Agrega los sabores
Incorpora la canela en polvo y la esencia de vainilla. Mezcla bien para que los aromas se distribuyan de forma uniforme.
3️⃣ Incorpora los secos
Agrega la harina de avena junto con el polvo para hornear. Mezcla hasta obtener una masa suave, húmeda pero no pegajosa.
4️⃣ Añade textura
Agrega los copos de avena y, si lo deseas, las pasas, manzana deshidratada o frutos secos. Mezcla con una espátula o tus manos limpias.
5️⃣ Forma las galletas
Usa una cucharita de 5 ml para tomar porciones iguales de masa. Forma bolitas con las manos y aplástalas ligeramente.
6️⃣ Prepara la charola
Coloca las galletas sobre una bandeja para horno forrada con papel encerado o silicona, dejando espacio entre cada una (crecen un poco al hornearse).
7️⃣ Hornea
Lleva al horno precalentado a 180 °C (arriba y abajo) durante 18–20 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
8️⃣ Enfría con cuidado
Deja enfriar las galletas en la bandeja al menos 10 minutos antes de moverlas. Se endurecen al enfriar y así evitas que se rompan.
🍵 Consejos para servir y almacenar
Estas galletas son perfectas para:
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Acompañar café, té o leche caliente. Son suaves y se deshacen en la boca.
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Compartir en reuniones familiares o regalar en fechas especiales.
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Vender en ferias, tiendas locales o en línea. Puedes empaquetarlas de forma atractiva y casera.
Cómo conservarlas:
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En frascos herméticos o bolsitas selladas duran 4 a 5 días en perfecto estado.
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También puedes congelarlas ya horneadas. Solo asegúrate de que estén bien frías y usa bolsas con cierre hermético.
📝 Notas útiles
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Si no tienes harina de avena, puedes hacerla moliendo copos de avena en una licuadora hasta obtener una textura fina.
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Puedes añadir una pizca de nuez moscada o jengibre en polvo para un aroma más especiado.
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Para una versión vegana, sustituye el huevo por un huevo de chía o linaza (1 cucharada de semillas + 3 cucharadas de agua reposadas por 10 minutos).
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La mantequilla puede reemplazarse por aceite de coco o manteca vegetal si lo deseas, aunque cambiará ligeramente la textura.
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Si usas jarabe de agave, ten en cuenta que es más dulce, así que puedes usar solo 2 cucharadas.
❓ Preguntas frecuentes
¿Puedo hacerlas más crujientes?
Sí. Déjalas unos minutos más en el horno, vigilando que no se quemen. Cuanto más tiempo, más firme será la textura.
¿Puedo usar avena instantánea?
Puedes, pero la textura será más suave y menos rústica. Lo ideal es usar copos tradicionales.
¿Se pueden hacer sin gluten?
Sí, solo asegúrate de que tanto los copos como la harina de avena sean certificados sin gluten.
¿Las puedo congelar antes de hornear?
Claro. Forma las bolitas, colócalas en una bandeja y congélalas. Luego pásalas a una bolsa. Hornea directamente del congelador, aumentando 2–3 minutos el tiempo.
¿Cómo las puedo vender de forma atractiva?
Empácalas en bolsitas kraft, con etiquetas caseras con el nombre del sabor. También puedes ofrecer versiones con arándanos secos, chispas de chocolate blanco, o nueces.
🧡 Conclusión
Estas galletas de avena con miel y canela tienen todo para enamorarte: son caseras, reconfortantes, fáciles de preparar y además más saludables que muchas opciones comerciales. Su textura suave con bordes dorados, su sabor delicadamente dulce y su aroma a hogar las hacen perfectas para cualquier ocasión: desde una merienda hasta un regalo o incluso un producto para vender.
Si buscas una receta versátil, económica y con ese toque especial que solo la cocina casera puede dar, ¡esta es para ti! Prepáralas hoy mismo y déjate conquistar por el sabor de lo simple, lo natural y lo hecho con cariño.