Si estás buscando una receta fácil, saludable y con un sabor refrescante, estas galletas de chía y limón son para ti. Tienen el equilibrio perfecto entre lo dulce y lo cítrico, además de una textura suave por dentro y ligeramente crujiente por fuera. Ideales para acompañar un té, un café o simplemente disfrutar como snack a media tarde.
En este artículo te contamos paso a paso cómo prepararlas, por qué te encantarán y cómo sacarles el máximo provecho. ¿Estás listo para enamorarte de estas galletitas caseras? ¡Vamos a hornear!
Por qué te encantará esta receta
Estas galletas de chía y limón tienen todo lo que nos gusta de una receta saludable y sabrosa:
-
Sabor fresco y natural: El jugo y la ralladura de limón les dan un toque cítrico delicioso, ideal para quienes aman los postres ligeros.
-
Ingredientes nutritivos: Están hechas con harina de avena, semillas de chía y aceite de coco, lo que las convierte en una opción más saludable que las galletas tradicionales.
-
Sin azúcares refinados: Puedes endulzarlas con miel, jarabe de agave o tu endulzante favorito.
-
Fáciles de preparar: No necesitas batidora ni ingredientes complicados.
-
Aptas para personalizar: Puedes ajustar el sabor, la textura y el nivel de dulzor según tu gusto.
Además, son perfectas para llevar en un tupper, guardar en la despensa o compartir con tus seres queridos. ¡Una receta que se adapta a tu estilo de vida!
📋 Ingredientes
Aquí tienes todo lo que necesitas para preparar de 12 a 15 galletitas pequeñas:
-
1 taza de harina de avena (puedes moler avena en licuadora para obtenerla)
-
1/2 taza de harina de almendra (opcional, puedes usar más harina de avena si prefieres)
-
2 cucharadas de semillas de chía
-
Ralladura de 1 limón
-
Jugo de 1 limón
-
1/4 taza de aceite de coco derretido
-
1/4 taza de miel, jarabe de agave o el endulzante natural de tu elección
-
1/2 cucharadita de polvo de hornear
-
1/4 cucharadita de sal
-
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Tip: Usa limones frescos para un sabor más vibrante y natural.
📝 Instrucciones
1️⃣ Precalienta el horno
Calienta el horno a 180°C (350°F). Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino o una lámina de silicona para evitar que las galletas se peguen.
2️⃣ Mezcla los ingredientes secos
En un bol grande, combina:
-
Harina de avena
-
Harina de almendra (si decides usarla)
-
Semillas de chía
-
Polvo de hornear
-
Sal
-
Ralladura de limón
Revuelve bien para distribuir los ingredientes de forma uniforme.
3️⃣ Añade los ingredientes húmedos
En otro recipiente, mezcla:
-
Jugo de limón
-
Aceite de coco derretido
-
Miel o tu endulzante favorito
-
Extracto de vainilla (opcional)
Bate ligeramente con una cuchara hasta que se integren.
4️⃣ Forma la masa
Vierte los ingredientes húmedos sobre los secos y mezcla con una espátula o cuchara de madera. Si la masa está muy seca o difícil de moldear, añade un poco de agua o leche vegetal, una cucharadita a la vez, hasta que tenga una consistencia compacta pero maleable.
5️⃣ Forma las galletas
Toma porciones pequeñas con una cuchara o tus manos y forma bolitas. Colócalas en la bandeja, dejando algo de espacio entre ellas. Luego, aplástalas ligeramente para darles forma de galleta.
6️⃣ Hornea
Lleva la bandeja al horno y hornea durante 10 a 12 minutos, o hasta que los bordes estén dorados. No las dejes mucho tiempo para que no se resequen.
7️⃣ Deja enfriar
Saca la bandeja del horno y deja reposar las galletas unos minutos. Luego, transfiérelas con cuidado a una rejilla para que se enfríen por completo.
🍽️ Consejos para servir y almacenar
Estas galletas son tan versátiles que puedes disfrutarlas de muchas formas:
-
Con una taza de té verde, para una merienda ligera.
-
Acompañadas de yogur natural o vegetal.
-
Como snack post-entrenamiento gracias a sus grasas saludables y fibra.
-
También son perfectas para llevar al trabajo o a la escuela.
Para almacenarlas, guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Se mantienen frescas entre 4 y 5 días. Si vives en un lugar cálido, puedes refrigerarlas para prolongar su frescura.
📝 Notas útiles
-
¿Quieres más sabor a limón? Añade más ralladura o unas gotas de esencia natural de limón.
-
¿Textura más crujiente? Espolvorea unas cuantas semillas de chía por encima antes de hornear.
-
¿Te gustan más dulces? Prueba aumentar un poco la cantidad de endulzante o usar miel en lugar de agave.
-
¿Eres intolerante al gluten? Usa avena certificada sin gluten y asegúrate de que todos los ingredientes sean aptos.
❓ Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de aceite?
Sí, puedes usar aceite de oliva suave o aceite de girasol, aunque el sabor del aceite de coco combina muy bien con el limón.
¿Qué puedo usar en lugar de la miel?
Puedes usar jarabe de agave, jarabe de maple, o incluso un endulzante líquido sin calorías si estás cuidando el azúcar.
¿Cómo sé si están listas?
Cuando los bordes estén ligeramente dorados y el centro ya no se vea húmedo, están listas. Recuerda que al enfriarse, se endurecen un poco más.
¿Puedo congelarlas?
Sí. Puedes congelar la masa ya formada en bolitas (sin hornear) o las galletas ya horneadas. En ambos casos, colócalas en una bolsa hermética y congélalas por hasta 1 mes. Para consumirlas, deja que alcancen temperatura ambiente o recaliéntalas unos minutos en el horno.
🧁 Conclusión
Estas galletas de chía y limón no solo son fáciles de preparar, sino que también están llenas de sabor y beneficios. Son ideales para quienes buscan un dulce casero más natural, con ingredientes simples y saludables. Su textura suave, su toque cítrico y la chispa que le da la chía las convierten en una opción que seguramente querrás repetir.
Así que la próxima vez que tengas antojo de algo dulce pero nutritivo, recuerda esta receta. ¡Tu paladar y tu cuerpo te lo agradecerán!
¿Te animas a prepararlas hoy? Cuéntanos cómo te quedaron o compártelas con quien sabes que ama las recetas fáciles y saludables. ¡Buen provecho! 🍋🌱